Odio que aquí siempre sea verano
Porque me acordaré de ti y no estarás a mi lado para verlo.
Me siento agotada. En los últimos días he paseado muchísimo, pero sigo sin encontrarme. Miro la app del móvil para corroborarlo (lo de lo mucho que he paseado, lo otro es complicado) y veo que hubo un día en el que anduve más de once kilómetros. Wow. Ni en mis peores mis momentos, cuando acudía a encontrar la paz mental a través de paseos sin rumbo por Madrid Río, había caminado tanto en un solo día. Sé que no es demasiado pero, para mí que soy súper sedentaria, es todo un hito aunque me fascine el senderismo urbano.
Durante mis eterno deambular en la ciudad en la que se entremezclan palmeras, rascacielos y lagartos, he podido explorar los lugares que serán el escenario de esta temporada de mi vida. He cruzado carreteras sin pasos de peatones, he esperado un trolley que ha pasado de largo y me ha dejado esperando otros cuarenta minutos más al sol e incluso me ha dado tiempo a encontrar un nuevo lugar que se convertirá en mi remanso de paz. También he ido a la playa (es la primera vez que vivo en la costa) y me he dejado llevar por la nostalgia.

No sé qué me pasa, pero el mar siempre me despierta un sentimiento extraño. Es como si todos los sitios en los que hay uno fuesen ciudades de paso. Lugares en los que miles de extraña/os se concentran para escapar por unos días de la rutina para volverse a ir. Como si todo estuviese irradiado de una felicidad momentánea, de un espejismo que pronto se verá truncado por la realidad. Como si todas/os tuviesen que regresar a alguna otra parte.
Ahora yo vivo en un lugar en el que siempre es verano y en el que veré a miles de personas pasar, pero yo me quedaré. Se supone que es aquí adónde tengo que construir mi nuevo hogar temporal.
Caminando por mi nuevo parque de confianza, Bayfront Park, encontré un rincón súper bonito. Se veía el mar, había una pequeña playa en la que no te puedes bañar pero que me recordaba a los fondos de escritorio de los buenos tiempos de Windows y estaba coronado por una noria enorme. Olía a verano y había gente con altavoces, e incluso otros viviendo su mejor vida atravesando mi vista en una moto de agua. Cuando quise hablar de ello con alguien, me di cuenta de que nadie estaba conmigo (físicamente, porque en el ámbito virtual es otra historia).
Veo miles de estímulos nuevos al día que me recuerdan a todo el mundo, pero no tengo con quién compartirlos fuera de una pantalla. No puedo decir a qué huele mi nuevo perfume y que me entiendan. No puedo mirar a mi lado para ver la reacción en tiempo real de algo que está aconteciendo en ese preciso instante para generar una interacción genuina. No puedo proponer dar un paseo por una playa preciosa porque tardaríamos más de diez horas en que esa quedada se hiciese realidad (aunque ha habido otras estando a un kilómetro de distancia que ha costado más gestionar).
Odio que aquí siempre sea verano porque me encanta, pero no puedo compartirlo de forma tangible con nadie. Y a la vez, mientras al otro lado del océano siguen pasando cosas y yo tengo toda mi vida allí, no puedo evadir el pensamiento intrusivo de preguntarme a mí misma si todo sigue igual. De cuánto echo de menos la normalidad y de si seguirá siendo la misma cuando vuelva.
He visto un montón de cosas increíbles que idealizaba, me he perdido en tiendas de descuentos (que son mi cosa) y me he quedado obnubilada ante la majestuosidad de un skyline tremendamente artificial. Sin embargo, lo que más me ha gustado estos días es aquello que me devolvía a la normalidad.
Mi parte favorita del día es aquella en la que puedo hacer una videollamada con la gente a la que quiero y ver que todo sigue igual. Sorprendentemente, lo que mejor le ha venido a mi salud mental durante este tiempo fue el momento en el que vi una serie en videollamada con mi persona fav en el mundo… Porque sentía que era como un domingo cualquiera de los que voy a su casa, usurpo su silla del ordenador y vemos un capítulo de F is for Family juntos. Porque incluso, si me concentro lo suficiente, mi piel puede sentir el tacto de la suya dándome la mano mientras nos reímos de algún gag cuestionable. Aunque echo de menos que la velada culmine con un “¿nos vamos a dormir?” mientras me meto en su cama con su pijama y ahora suene más bien como el sonido de cuando cuelgas la llamada de Discord.
Ya he deshecho las maletas, ya he hecho mi primera compra (por Amazon Fresh, aquí todo es graciosísimo), he descubierto en qué lugares adquirir cada artículo para que me salga más barato y hasta me he memorizado las rutas de los autobuses que más utilizaré. He hablado con gente para intentar hacer amigas. He ido a eventos en los que creo que puedo encontrar a alguien afín a mí. He paseado por mi barrio para saber qué tengo cerca. Creo que he marcado todos los puntos de la check list de “cosas que hacer cuando te mudas a la otra punta del mundo”.
¿Cuándo se empieza a sentir un nuevo entorno como tu hogar? ¿Cómo se gestiona un comienzo sin sentirte como una huésped en una vida que no te pertenece? ¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?
No lo sé. Pero de momento, aunque sigo echando todo de menos, me siento menos extraña. No siento que forme parte de nada, pero me siento un poco más cerca de encontrar la paz siendo una planta epífita. No necesito echar raíces al suelo ni buscar tierra a la que arraigarme para sobrevivir, aunque quizás me encantaría hacerlo. Acabo de llegar aquí, pero no negaré que me produce un atisbo de ilusión que, cuando llegue el momento de irme, una parte de mí si permanecerá aquí para siempre. Que quizás tendré ganas de volver. Que tal vez podré hablar de todo esto en el futuro y recordarlo como mi hogar efímero en el que también pude ser yo.
Que igual habrá gente que me espere aquí, aunque aún no la conozca. Que todos mis mundos se conocerán entre sí y yo seré un puente intercontinental de los que aún no han aparecido ni en los programas de megaconstrucciones de DMAX. Lo cual sería increíble teniendo en cuenta que mido poco más de metro y medio (en esta newsletter pertenecemos al club de pequeñas grandes divas junto a Sabrina Carpenter, Lady Gaga, Ariana Grande o Shakira).
Aquí siempre seguirá siendo verano y solo espero que, cuando menos me lo espere, ya tenga a alguien a mi lado con quien poder sustituir a mi móvil por su mano. Esa persona que siempre me hace sentir como si viviese en uno eterno aunque cuando me fuese de Madrid para el resto siguiese haciendo frío.
PD: hola de nuevo. Espero que tu semana esté yendo genial, que valores el que haya tenido esta carta de odio lista con antelación para recuperar el horario de envío habitual a pesar de la diferencia horaria al igual que el que haya incluido fotos hechas por mi aparte de memes y que estés disfrutando de tener una primavera con temperatura de primavera. No puedo decir lo mismo por aquí (ni mi pelo súper encrespado por la humedad tampoco).
Cosas que me recuerdan al verano aunque no tengan nada que ver
Cualquier canción que podría sonar en una verbena. Es decir, cualquiera de Camela. Me parece fascinante porque hay determinadas canciones que tienen una energía muy particular y que, cuando las escuchas, sabes que podrían sonar perfectamente cantadas por un/a cantante de orquesta en un pueblo totalmente perdido de la geografía española. De hecho, me he encontrado con esta playlist en Spotify y aúna todas las vibras de lo que te estoy contando.
Las bermudas en hombres. Aka pantalones de niño en adultos funcionales que les hacen ver muy ridículos porque son extremadamente cortos y/o estrechos. Vale, acepto que no soy objetiva porque soy adicta a los baggy jeans y a todo lo oversized, pero espero que estés de acuerdo conmigo en esto. Esa prenda en concreto en ese grupo de la población en concreto queda horrible. En cuanto salgo a la calle y ya veo a alguien así, sé que ha empezado el verano (aunque siempre suelo verlo fuera de temporada incluso cuando aún hace para llevar alguna capa más encima).
Las noticias sobre que un/a guiri se ha caído (tirado) de un balcón en cualquier parte del mundo. Aunque es un poco ya por el meme de X, sí que es un indicador de que el verano ya está a la vuelta de la esquina independientemente de la fecha que sea. No sé por qué existe esa química entre un/a guiri y un buen balcón, pero es una cosa… No se les puede dejar solos.
Las colonias que huelen a verano. No sé explicar exactamente qué notas tienen que tener para que “huelan a verano”, pero sé que me has entendido. Hay fragancias muy concretas que, aunque no tengan nada en sí que las relacione directamente con la época estival, están influenciadas por ella. ¿Te viene alguna a la mente? A mí personalmente siempre me gusta oler a verano.
La ensalada de pasta. Vale, soy consciente de que esta puede ser considerada una comida de verano porque es fresca pero, teniendo en cuenta mi precariedad a lo largo de los años, te puedo asegurar que yo he comido esto en épocas en las que no tocaba. Sin embargo, abrir un tupper (porque es la única forma en la que concibo comer esto) en el que se te ha quedado todo el aderezo al fondo y ver esa pasta en forma de lazos de colores me despierta sensaciones que solo puedo vincular con estar a 40ºC en el césped de una piscina pública abarrotada.
Las conversaciones de madrugada divagando sobre la vida. Da igual si son por WhatsApp o en persona, el estar despierta/o hasta tarde sin prisa siempre me recordará a las noches de verano en las que no hay prisa ni nada por lo que madrugar. Sé que es absurdo que lo diga yo, que he estado en un verano eterno proporcionado por el desempleo desde septiembre hasta ahora, pero por eso mismo lo digo. Me sentía tan en verano que no entendía por qué hacía frío, la gente estaba tan ocupada y se hacía de noche tan pronto. Supongo que esto es la disonancia cognitiva.
Y a ti, ¿se te ocurre alguna cosa que asocies al verano aunque no tenga nada que ver? Estoy segura de que yo no puedo ser la única loca de la sinestesia. Cuéntame, ya sabes que me encanta leerte.
Cotilleos de la semana
Una semana más la actualidad ha sido un circo. Eso sí, estamos ante una sucesión de momentos históricos así que supongo que la actualidad que te traigo hoy es de esa que no olvidarás (de momento).
Se ha muerto el Papa Francisco. A no ser que vivas debajo de una piedra es algo que seguro que ya sabías, pero tenía que mencionarlo para que sepas que sigo estando al tanto de lo que pasa aunque esté desquiciada. Eso sí, ya me jodería morir justo el día después del Domingo de Resurrección. El tío cumplió con la Semana Santa y, después, decidió volar alto. A ver, no me río. Me da un poco igual pero es verdad que viendo el panorama y que puede que el siguiente puede ser (de nuevo) uno nazi, pues casi que le prefiero.
Se ha hecho viral un vídeo de la influencer Carolina Moura diciendo que los hombres americanos son mejores que los españoles porque “son más caballerosos”. No voy a hacer un discurso de pick me girl ni defenderé yo a los hombres en general, pero qué circo. Cómo se puede estar tan cegada/o por el género, dar un discurso tan rancio que llega a una audiencia masiva siendo tan joven y, peor aún, por qué querrías que te tratasen como si fueses tonta o dependiente. Idk, que yo soy la primera a la que le encantan los detalles y sentirse querida, pero creo que sabéis a lo que me refiero.
Se han filtrado imágenes de la grabación de la nueva temporada de Euphoria en las que aparecen Rosalía y Alexa Demie. La verdad es que a estas alturas cada cosas que sale parece una parálisis del sueño, pero bueno. Yo elijo creer que en algún momento podré ver esta dichosa temporada.
Siguiendo con lo de las filtraciones, se ha confirmado que Amaia Montero volverá a La Oreja de Van Gogh y que, en efecto, a Leire Martínez la echaron para que volviese ella. Aparte de que con toda esta movida tanto el grupo como Amaia han quedado fatal, lo más gracioso es que la noticia se ha sabido porque se le ha escapado a Cayetana Guillén-Cuervo en un photocall en la que se lo han preguntado como si ya hubiese sido oficializado por las partes implicadas. Vaya cuadro, pero qué gracioso esto.
Hoy es el Día del Libro y, si estás en Barcelona, Sant Jordi aka una de los días más bonitos del año para estar allí. Espero que te autorregales un libro o que le des uno a alguien con una rosa y esas vainas. A mí esta fiesta me encanta porque combina todas mis pasiones: los libros, las rosas y el amor.
También han pasado más cosas como que Lorde convocó a sus fans en un parque de Nueva York y se presentó tanta gente que tuvo que disolver la concentración la policía, que Kristen Steward y su mujer se han casado o que la canción La Isla Bonita de Madonna ha alcanzado el billón (creo que americano, me joden con las medidas totalmente aleatorias que tienen de las cosas) de visitas en YouTube.
Recomendaciones
Esta semana he podido centrarme un poco más en traerte cosas interesantes. Espero que lo valores porque ahora, que estoy especialmente desquiciada, esta labor se me complica muchísimo porque ando con la menta en 6467534 cosas a la vez. En fin, vamos con ello.
Teniendo en cuenta la fecha que es hoy, sé que debería recomendarte un libro. Eso haré, aunque no sé si es bueno, malo o un manifiesto absolutamente vendehúmos. Si es así, lo siento de antemano. El caso, que dado que me aburro que flipas dado que aún no socializo mucho por aquí, he pensado en pillarme El camino del artista de Julia Cameron. Supuestamente es un viaje para desbloquear tu creatividad en doce semanas a través de ejercicios y le ha cambiado la vida a la gente. ¿Será verdad? No lo creo, pero me apetece probar este circo y caer en las garras de la autoayuda aunque la odie con todo mi corazón. La verdad es que he conocido este libro porque leí por ahí que fue lo que hizo que Doechii luchará por su sueño de ser artista y se aventurase a dejar su trabajo para apostar por ella. El resto es historia, total ya sabemos que es increíblemente famosa y tenemos la canción de Anxiety metida en la mente.
He descubierto esta cuenta en TikTok que cuenta las noticias de internet de una manera fascinante: a través de memes y trash content. En serio, es mi todo. Ojalá saber quién está detrás de este perfil porque estoy bastante segura de que seríamos amigas/os y me encantaría colaborar creando este contenido.
Tiktok failed to load.
Enable 3rd party cookies or use another browserAunque no creo que haya nadie que me lea (aún, porque siempre hay que ser delusional) desde Miami, tengo una recomendación que he descubierto aquí y que te puede servir si me lees desde cualquier lugar del mundo. Hay una escuela de cómic, Secuential Artists Workshop, que tiene una web con una comunidad digital en las que hacen talleres digitales cada viernes con un/a artista. Son gratis y tienen buena pinta, así que te lo recomiendo. De momento no he podido conectarme a ninguno, pero me he apuntado al de este viernes a ver qué tal. Quizás con la diferencia horaria es a una hora un poco rara en España pero, idk, también tienen muchos recursos en la web. Tienes que registrarte para ver los contenidos, pero reitero lo de que es gratis.
Ya te traeré cosas más interesantes la próxima semana… De hecho, estoy de detox de Letterboxd y mi parte de cinéfila insoportable lo echa de menos.
Teletienda
Una vez más vengo por aquí con mis mayores descubrimientos del bazar de internet en el que no puedo comprar por una temporada. No sabes lo mucho que me duele, pero bueno. Tengo que aprender a vivir con ello supongo.



Esta cartera en forma de hamburguesa me parece increíble. Tiene una estética tan de libro de infantil pero a la vez siento que podría haberla comprado en un día malo en el que necesito animarme contribuyendo al capitalismo que no sé ni qué opinar al respecto. Creo que simplemente quería compartirla contigo y ya.
Si te soy sincera no sé para qué querría una lámpara de papel de inspiración asiática, pero es tan bonita… Que ahora quiero una. Una pena que no vaya a adquirirla porque me costaría más que ir yo misma en persona a un taller chino a por ella.
Esta estatua de un cocodrilo con sobrepeso es mi todo. Sigo pensando en que no sé quién diseña estas cosas, pero su mente me fascina. Desde luego que situar esto en un lugar privilegiado de tu salón es toda una declaración de intenciones y de demostrar que tienes una gran personalidad.
Y eso es todo.
Nos vemos la semana que viene. No te desuscribas, pls. De aquí a final de año, si te quedas:
✅ Habrás aprendido un montón de cosas random 🤓
✅ Serás la persona más al día de tus amigas/os 💅🏻
✅ Habré encontrado la forma de monetizar esto y me estarás pagando un yate sin saberlo 💸
Chaoooooo, volveré por aquí el próximo miércoles (o en algún momento de la próxima semana). Te odio <3
Que guay ir leyendo cosillas de tu experiencia por Miami, ¡me hace ilusion saber con que cosas te topas!
Te recomiendo encarecidamente el libro de El camino del Artista, ¡es mi imperio romano! Yo lo estuve siguiendo hace unos años y me fué muy bien, tiene ejercicios bastante retadores que te hacen experimentar al maximo con la creatividad e incluso te puede ayudar para temas personales. De hecho ahora mismo me estoy leyendo una versión del libro que sacó más enfocada a la escritura, con la esperanza a mejorar mis cartas (o otros proyectillos que se me ocurran), solo puedo animarte a que lo pruebes!!!!
Me encantó ^^
Espero las cosas se sientan menos extrañas pronto, de momento, esa personalidad y deseo por conocer tu nuevo mundo sin dudas que ayuda c:
¿Puedes compartir tu letterboxd?